viernes, 1 de octubre de 2010

¿Noticias dominantes?




Marca de Radio - 25/09/10






¿Noticias dominantes? - Eduardo Aliverti

Cada tanto hay que pegarse una vuelta por la relación entre lo que privilegia la prensa masiva y lo que cabe presumir como interés popular.Decir esto puede parecer grotescamente obvio en la etapa que vivimos los argentinos: es inédita por completo al ser tan explícito, e inclusive virulento, el posicionamiento políticode medios y periodistas. Pero la referencia no apunta a eso, que está muy bien porque era hora de que esta actividad se despojase de su ridícula pátina de impolutez, objetividad,neutralidad y estupideces por el estilo.

Sólo deben contar la sinceridad y el profesionalismo. Unos y otros estamos cruzándonos por casi todos lados, desde las “trincheras” bajo las que interpretamos dónde pararse. Vos respondés a tal o cual direccionamiento ideológicoy político que tiene equis interés. Y vos a este otro. De ahí, para arriba o abajo, cuentan los antecedentes de cada quien. Y confiar, primero o eso hace uno, en cuánto cada quien tiene tranquila la conciencia. Y después, en cuánto los destinatarios de su mensaje sabrán apreciarlo visto de esa forma; es decir, la relación entre lo que se dijo toda la viday lo que se sostiene hoy.

Empero, este choque abierto -entre órganos mediáticos y comunicadores, pero no sólo- remite al modo en que se juzgan las noticias impresas, dichas,inventadas, operadas, etcétera. El desafío expresado al comienzo, en cambio, pretende registrar cuántas o cuáles de esas noticias de actualidad interesan al público de manera auténtica, en vez de partir desde lo que los periodistas entendemos o denunciamos quehay detrás de ellas. Por ejemplo: la prensa dominante (en tanto poder por la cantidad de medios que controla ya que pasó a ser incierta, al menos, su capacidad de convencer a rajatabla) dio amplia cabida al hecho de que el Gobierno perdió el control del Consejo de la Magistratura. Desde veredas oficialistas -no importa con qué intensidad- podría decirse que el hecho es nimio porque se trata de un organismo reducido en cantidad, además de sometible a infinitos laberintos de internas y burocracia judicial; y que, ergo, haberle dado gran despliegue a la información es parte de las operetas opositoras para horadar al kirchnerismo. Y desde la oposición, es atendible que el episodio sea (tomado como) relevante porque el oficialismo deja de timonear al cuerpo que designa y remueve jueces. Muy bien: pero esto es lo que le pasa a la noticia si se la aprecia desde los intereses políticos involucrados directamente.

Por el contrario, correspondería inferir, ¿qué le pasa con esa misma noticia a la inmensa mayoría de la sociedad? Y sí: le importa un pito, empezando por que esa misma mayoría no tiene ni la más remota idea de en qué consiste el Consejo de la Magistratura. Por si acaso pudiera creerse que el ejemplo tiene tinte K, pongamos el caso de Papel Prensa. Desde ya, no cabe interrogante alguno sobre la importancia del asunto si se lo enmarca, antetodo, en las revelaciones crecientes a que da lugar la guerra entre el Gobierno y Clarín; y,después, acerca de cómo sirven esos destapes para que otra Historia Oficial incorpore máso mejores elementos en torno de la complicidad cívico-militar en la dictadura. Pero, ¿el grueso popular perdía o pierde el sueño por este tema? ¿Había o hay una demanda socialrespecto del prontuario de esa empresa? No se desea, ni de lejos, sujetar la trascendencia de cuestión alguna al grado de atracción colectiva que despierte. No es eso sino lo que puede inferirse, en política, de la distanciaentre la cotidianeidad periodística de primera plana y lo que le importa a “la gente”. Esa contradicción fue muy nutrida en las últimas semanas. El gobierno nacional desoyó el fallo de la Corte Suprema sobre el procurador santacruceño y está claro que es un encontronazo de poderes significativo.

Pero presentarlo cual síntoma de una crisis institucional gravísima,como se lo hizo, es también indicador de una manipulación informativa obscena. Delmismo modo, el caso del chileno Sergio Apablaza fue mostrado como eventual detonantede un peligroso conflicto diplomático con Chile. Hay un brete, por supuesto, porque sereclama esa extradición hace años y la Corte argentina acaba de respaldar la solicitudchilena, pero el Gobierno se ampara en lo que vaya a dictaminar la Comisión Nacionalde Refugiados. Punto. ¿Delicada situación entre Argentina y Chile? ¿Estaremos a la puertade una ruptura de relaciones? ¿Se afectará el intercambio comercial? ¿De qué hablan? Sin embargo, para seguir la línea de razonamiento propuesta, la mirada no prioriza esasinstalaciones noticiosas sino cuál es el verdadero atractivo que despiertan. ¿Alguien piensas eriamente que esas noticias adquieren un rango de inquietud social a la altura de laa mplificación dada? Tal vez vaya a ocurrir otro tanto con el peleadísimo escrutinio en la interna de la CTA.

En realidad, ya pasó lo que debía suceder desde un primer examen de los medios de la derecha: hablar de una división profunda, quizás irreversible, y del cierto papelón que implicaambas listas dándose por ganadoras. La rajadura existe, por supuesto, y es verdad que nodeja una buena imagen semejante discrepancia en el recuento de votos. Eso no se discute,como tampoco deberían negarse o disimularse los bochornos de la dirigencia opositora, enparticular del llamado Peronismo Federal y la Coalición Cívica, cuyos combates de egos y zancadillas constantes jamás figuran a la cabeza del escrutinio periodístico. Pero aconteceque el debate en la CTA lo es de un sector del progresismo. En consecuencia, los mastines se relamen si hay problemas en ese espacio y mucho más si, por carácter transitivo, pueden afectar al Gobierno. De hecho, ya comenzaron también las especulaciones a propósito de si el resultado final, cualquiera sea y atento a la paridad de fuerzas, no acentuará acaso que el kirchnerismo se recueste en la CGT como opción preferente del palo sindical. Seacomo fuere, un dato saliente de la elección, junto con lo saludable de dirimir las diferenciasde manera horizontal, es que concurrió a las urnas un porcentaje escueto del padrón, por debajo de lo que se esperaba (¿o habrá que dejar de inflar los padrones?). Eso no vaen perjuicio de todo lo que significó y aún representa la CTA como factor dinamizador delas luchas sociales y la democratización gremial, aunque pone un llamado de atenciónque podría asentarse en una paradoja: la poca concurrencia revelaría un conformismoMarca de Radio - mayoritario con el rumbo del Gobierno, y a caballo de eso el sector afín al kirchnerismono habría considerado determinante asegurar la victoria con una militancia más intensa.Es apenas una hipótesis.
En cualquier caso, este sí es un dato de valía porque arriba de 200 mil asistentes electorales,si bien pocos en comparación con el total de habilitados, encarnan un compromi sosocial activo para cuya disección habrá que esperar un poco. El conjunto del resto noticioso,en promedio, solamente escenifica unas reseñas que les dicen casi nada a las grandesmayorías. Más bien, serían la muestra de que la falta de ideas alternativas se correspondecon la necesidad de agrandar sucesos problemáticos. Y hasta de inventarlos.



miércoles, 31 de marzo de 2010

Artículos de la Cátedra


Encuestas y rigurosidad informativa
http://fpycs-opinionpublicacatedra1.blogspot.com.ar/2015/03/encuestas-y-rigurosidad-informativa.html?view=sidebar
La opinión pública y la influencia de la tradición norteamericana. http://www.redcom.org.ar/congreso2004/ponencias/redcom/m2_negri.pdf
Espacio público y manifestaciones sociales en la Argentina. http://www.perio.unlp.edu.ar/trampas/numeros/08.htm
La revalorización del Estado en América Latina. Gabriel Negri http://perio.unlp.edu.ar/oficios/documentos/pdfs/ofi_24/ofi24_armado.pdf


Otros textos

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Hobsbawm, Eric. Después
del siglo XX: un mundo en transición.
Sartori, Giovanni. Homo
Videns. La Sociedad Teledirigida
Portillo Sánchez,
Maricela. Opinión pública y democracia. Dos miradas: El modelo normativo de
Habermas y el modelo psicosocial de Noelle-Neumann.
Bobes, Velia Cecilia. De la revolucióna a la movilización. Confluencias de la sociedad civil y la democracia en América Latina.